¿A quién no le gusta una galleta caliente y recién horneada? El olor a chocolate, mantequilla y azúcar impregna el aire y promete un bocado delicioso. No hay nada como la reconfortante sensación de morder una galleta caliente y desmenuzable, y ¿qué mejor manera de conseguirlo que con una hornada de galletas caseras con pepitas de chocolate? Aquí compartiremos una receta clásica de galletas con trocitos de chocolate que te encantará probar, e incluso te daremos algunos consejos útiles para hacerlas aún más deliciosas.
Ingredientes clave
Los ingredientes principales que necesitarás para hacer esta receta son mantequilla, azúcar moreno, azúcar granulado, huevos, extracto de vainilla, harina común, bicarbonato, sal y trocitos de chocolate. Para darle más sabor, también puedes añadir una pequeña cantidad de canela molida a la mezcla. Estos ingredientes, combinados en las proporciones adecuadas, crearán una masa no demasiado dulce, no demasiado salada y con el equilibrio justo entre húmedo y seco.
Consejos de preparación
Para empezar, precalienta el horno a 175°C (350°F) y forra una bandeja para hornear con papel pergamino. Esto evitará que las galletas se peguen a la bandeja y ayudará a que se cocinen de forma más uniforme. A continuación, en un bol grande, bate la mantequilla, el azúcar moreno y el azúcar granulado con una batidora manual o de pie. Una vez que los azúcares y la mantequilla estén totalmente mezclados, añade los huevos y el extracto de vainilla y sigue mezclando hasta obtener una mezcla homogénea.
En otro bol, mezcla la harina, el bicarbonato, la sal y la canela. Utiliza un batidor para mezclar los ingredientes secos y, a continuación, añádelos poco a poco a los ingredientes húmedos del bol grande. Mezcla los ingredientes y, a continuación, incorpora suavemente las pepitas de chocolate hasta que se distribuyan uniformemente por toda la masa.
Cocción y almacenamiento
Reparte la masa en la bandeja para hornear preparada con cucharadas redondeadas, separadas unos centímetros entre sí. Hornea las galletas durante 8-10 minutos, hasta que estén doradas y ligeramente crujientes por los bordes. Retíralas del horno y deja que se enfríen en la bandeja durante unos minutos antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Una vez frías, las galletas se pueden guardar en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta una semana. Si quieres conservar las galletas durante más tiempo, también puedes guardarlas en el congelador hasta tres meses. Para recalentarlas, ponlas en el horno a 175°C (350°F) durante 5-7 minutos.
¡Disfrútalas!
Aquí tienes una deliciosa receta de galletas caseras con pepitas de chocolate que encantará a todos los miembros de tu familia. Tanto si las disfrutas como tentempié por la tarde o como capricho a medianoche, te encantará el reconfortante sabor y textura de estas galletas. Para un capricho más especial, prueba a servirlas calientes con una bola de helado de vainilla por encima. En un santiamén estarás disfrutando de lo mejor de las delicias horneadas.