La tarta de la abuela es una delicia que seguro que te arranca una sonrisa. Este postre clásico suele consistir en una base de hojaldre, rellena de deliciosas capas de dulce crema pastelera, junto con una fresca pizca de canela. Este delicioso dulce es siempre una forma segura de alegrar cualquier ocasión. Tanto si la preparas para una cena familiar como para una reunión informal con amigos, la tarta de la abuela será un éxito, pase lo que pase.
Ingredientes
El primer paso para preparar una deliciosa tarta de la abuela es reunir todos los ingredientes necesarios. Necesitarás una masa ya hecha, que puedes encontrar en tu panadería o tienda de comestibles más cercana. Además, tendrás que tener a mano extracto de vainilla, nata espesa, azúcar, huevos y canela molida.
Preparación
El primer paso para hacer la tarta de la abuela es precalentar el horno a 175 ºC (350 ºF). Mientras se precalienta el horno, despliega suavemente la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Una vez desplegada la masa, utiliza un molde para tartas ligeramente engrasado para presionar la masa en el fondo y los lados del molde.
En un bol grande, mezcla la nata espesa, los huevos, el azúcar y el extracto de vainilla. Una vez mezclados, vierte la mezcla en el molde forrado de masa. Por último, espolvorea la canela por encima de la mezcla de natillas.
Cocción
Una vez vertidas las natillas y espolvoreada la canela, traslada con cuidado la fuente al horno precalentado. Hornea durante 40-45 minutos, o hasta que las natillas hayan cuajado y la parte superior de la tarta esté dorada.
Una vez que las natillas hayan terminado de hornearse, saca con cuidado la fuente del horno y colócala sobre una rejilla para que se enfríe. Una vez que la tarta de la abuela se haya enfriado, estará lista para ser disfrutada.
Variaciones
Aunque la receta anterior es la versión clásica de la tarta de la abuela, también puedes probar otras variaciones. Para una versión ligeramente más dulce, prueba a añadir trocitos de chocolate por encima de la crema pastelera antes de hornearla. Además, puedes probar a utilizar otro tipo de masa, como una corteza de galleta graham, para darle un sabor ligeramente distinto. Por último, también puedes cambiar la nata espesa por leche evaporada.
Servir
La tarta de la abuela puede servirse caliente, a temperatura ambiente o incluso fría. Puede servirse solo o con una cucharada de nata montada o una bola de helado. Se sirva como se sirva, la tarta de la abuela satisfará a todos los golosos.
En conclusión, la tarta de la abuela es una delicia que alegrará cualquier ocasión. Este postre clásico se puede preparar de muchas formas distintas, y también se puede servir de muchas maneras distintas. Así que anímate a hornearlo, ¡y deja que la tarta de la abuela sea la estrella de tu próxima comida!